PRESENTACIÓN
Tener el privilegio de presentar esta obra, me llena de expectativas al conocer un futuro escritor de verdades vividas, que en el transcurrir del tiempo, es como un ave pasajera que no deja rastros, pero siempre hay excepciones que marcan la pauta, y esto puede ser un ejemplo de lo que es la vida. No nos hemos dado cuenta del futuro sino del presente, el cual ha sido para nosotros, los de esta generación, lo que más ha importado, pero con la concreción de esta obra el porvenir se alienta.
En las décimas de José Granado “Las Décimas de un Granuja” podemos ver reflejado todo ese mundo del entorno, donde él ha desarrollado su ingenio creador, vistiendo de metáforas la realidad entre rimas y cadencias, al estilo espinel u otras modalidades literarias aprendidas. Estamos llenos de asombro por la capacidad que ha desarrollado para la construcción de este mundo sensible de la poesía en el verbo de la décima, y cómo ha encontrado su expresión.
Creo que la felicidad de expresar a través de este recurso los momentos vividos, deja un registro histórico, que en un futuro no muy lejano caracterizará una forma de ser y vivir en esos momentos donde la música y la relación con el prójimo han sido una constante de compartir ideas y creatividad, que afloran de forma natural en todo lo que hace. Como músico percusionista, ha logrado trasladar a sus escritos el ritmo y la gracia que tiene un conocedor de este oficio.
La vemos en el Papa upa, El Inventor, la gracia de su conducta cuando habla de su experiencia con lo cotidiano, o la ternura de Arderley, Ven conmigo, o en la templanza de Mi canción es una bala, donde se expresa con el rigor de la lucha por la simulación en la vida, o en la suerte de ejercicio funcional del ABC, que enumera nuestro alfabeto cadencialmente en el arte de la glosa.
Cada día en nuestra tierra nace un poeta, que contempla la dinámica de la naturaleza y los sentires de lo humano, que no se conforma al contemplar la vida, sino en dejar señalado cada detalle vivido, y es por ello que satisfecho en sus sueños, dejo testimonio de ello.
Santiago Key
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