LA DÉCIMA
Es la expresión poética formada por diez versos octosílabos.
Existen distintas combinaciones de rima en la décima, la más usada es:
a b b a a c c d d c (décima espinela) y se le atribuye su invención a Vicente Espinel, pero se han encontrado otros esquemas utilizados antes de Espinel:
a a b b b a a c c a, a b b a a c c c c a, a b a a b b c c a a, a b b b a a c c c a,
a b b a c d e c d e, a b b a c c d c c d, a b a b c c d c c d, a b c a b c d e e d,
a b c a b c d e d e, a b b a a c a c c a, a b b c a a c c b b, a b b c a a c c b b.
La décima es la expresión poética que el pueblo americano ha cultivado con mayor fervor, se ha diseminado por todo el continente cargándose de la musicalidad de cada una de las regiones que conforman nuestra geografía; así podemos encontrar, (por nombrar algunos géneros escritos en décima)
El Mesano y el Torrente Panameño, los Seis Puertorriqueños, El Punto Cubano, el Guaguancó y el Yambú de Cuba, La Décima Jarocha en México, está también presente en las Milongas camperas Argentinas, El Socabón de Perú, las décimas Colombianas, etc.
En Venezuela está presente en casi todos los géneros musicales, podemos nombrar:
El galerón, el punto y llanto, el punto salao, el punto cruzao, el punto redoblao, la gaita oriental, décima falconiana, décima gracitana, décima zuliana, punto de navegante, décima larense, décima yaracuyana, guarañas, también la podemos encontrar en algunos pasajes y golpes llaneros, en merengues caraqueños, joropos tuyeros. Cabe destacar que en los velorios de cruz del estado Miranda, la Décima no se canta, se recita; así, se alterna el canto de fulías con las décimas recitadas.
La Décima se ha consagrado gracias a su cadencia y sonoridad, esto ha facilitado el desarrollo del talento creador de nuestros poetas populares.
La historia de esta excelente unidad estrófica no deja de ser tan interesante como ella misma, debemos entonces remontarnos a siglos pasados para entender el por que, esta hermosa expresión literaria con la que se deleitaron reyes, reinas, el clero y grandes poetas académicos de otrora, hoy nos sea brindada con toda su chispa y dulzura en la voz de poetas populares. (Muchas veces iletrados).
Primero existió el verso de dieciséis sílabas, pero debido a la monotonía que estos presentaban, ocurre la división y se forman los versos octosílabos.
Este verso de ocho sílabas métricas se impone a mediados del siglo XIV.
Se dice que ya existía el verso octosílabo alrededor de los años 1.300, solo que no estaba organizado en estrofas; más tarde, los poetas comienzan a agrupar estos versos en estrofas más organizadas y de esta manera crean cuartetas y redondillas que dan pie al nacimiento de la décima.
A la décima también se le ha llamado “Espinela” por atribuírsele su invención a Vicente Espinel, cuya rima es: a b b a a c c d d c, pero investigaciones realizadas por profesionales, nos dicen que esta décima ya existía antes de Espinel; fue Lope de Vega, su libro LA CIRCE (que data de mil seiscientos veinticuatro) quien creó el nombre de Espinela.
El profesor José Peñin, en su obra “DECIMAS CANTADAS Y POETAS ILETRADOS” nos refiere la historia de Vicente Espinel, en la que dice:
“Nació en Ronda, ciudad española de Salamanca, allá por el siglo quince y cerrada esta casa de estudios, regresa a su ciudad natal. La vivencia a pie y su contacto con caminantes, mesoneros, poetas populares, saltimbanquis y estudiantes le dio esa visión de la vida española del momento, que refleja magníficamente en su obra”.
No me atrevería a afirmar si Espinel fue o no el creador de esta forma poética, pero si que fue el quien la popularizó.
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