martes, 5 de julio de 2016


DÉCIMA ALETRILLADA DOBLE O DE DOBLE PIE FORZADO

Aquí se repiten los dos últimos versos en todas las décimas.

I
Las miradas se cruzaron
entre champán y martinis,
se agudizaron sus iris
y mis ojos se embriagaron,
con el dulzor que libaron
de esa mirada que exhorta;
a hacer el amor, no importa,
pensar en este temor,
con la noche a mi favor
y con el reloj en contra.

II
Mis labios se confundieron
con el sabor de los suyos,
la música fue el arrullo
y nuestras manos se unieron.
Los deseos coincidieron
pero ya el tiempo se agota,
este amor que se abarrota
puede estar en un error,
con la noche a mi favor
y con el reloj en contra.

IV
Mis dedos van recorriendo
aquel extenso universo:
cálido, venusto, terso,
que en su placer va temiendo,
esa razón que no entiendo
pues mi cerebro la aborta,
ahora el tiempo se acorta
y me mata el escozor,
con la noche a mi favor
y con el reloj en contra.  

IV
Ese deseo irresistible
sólo es saciado en el lecho,
ya lo ves ahora es un hecho
que esta vida hizo posible.
El silencio es admisible
ante su mirada absorta,
mi despedida no importa,
es que estoy aunque hay amor:
con la noche a mi favor
y con el reloj en contra.


José Granado.

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