martes, 5 de julio de 2016

DÉCIMA EN POESÍA O GLOSA: 

Para esta décima primero se construye una cuarteta, luego la primera décima cuyo último verso es el primero de la cuarteta, el segundo pie termina con el segundo verso de la cuarteta y así hasta el cuarto.

Lucerito de alto cielo 
préstame tu claridad, 
para alumbrarle los pasos 
a mi amada que se va. 
(Trovo de la tradición oral)
  
I
Noche oscura y silenciosa
que por siempre me acompaña,
que con su rocío baña
una escena candorosa.
Noche que no es otra cosa
que un eterno negro velo,
a la que acudes en celo
con fulgurante destello,
con chispas de lo más bello,
lucerito de alto cielo.
  
II
Noche en la que no te miro
se convierte en la locura,
de adolecer tu dulzura
quedándome en un suspiro.
Noche en la que espero un giro
para mirar tu beldad
y en la plena oscuridad,
amarte como yo quiero
y decirle a mi lucero:
préstame tu claridad.

  
III
Noche que eres confidente
de mis vanas ilusiones,
conoces mis emociones
y mis sentires latentes.
Déjame tener mi frente
apoyada en su regazo,
como fue en aquel ocaso
en que a mí ella se acercara.
Pedí al sol no se ocultara
para alumbrarle los pasos.

IV
Noche que vas complacida,
noche tan pura y hermosa,
dulcísima, primorosa,
siempre has estado en vida.
Hoy déjame que te pida
un deseo nada más,
la luz de la inmensidad
que de estrellitas te bañe,
para que siempre acompañe
a mi amada que se va.

José Granado.

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